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Europe Tour 2023: Cuando hicimos historia...

El 6to6 Europe Tour se celebra desde 2011 cada año sin excepción. Bueno, sí hubo una excepción y fue en 2020 con motivo de la pandemia del Covid. Ese año el ET iba a comenzar con la visita de los sixters a Le Mans, pero no pudo ser porque ET no se pudo celebrar.


Desde entonces se han celebrado ET21 y ET22, pero en la cabeza de la organización seguía la idea de visitar algún día Le Mans. Qué mejor año para hacerlo que el año del centenario y qué mejor forma de hacerlo que rodando en el circuito de las 24h de Le Mans con los coches participantes en el tour.





En torno a esta idea surgió ET23, un ET que despertó dudas en su lanzamiento pero que ha sorprendido a muchos y ha resultado ser uno de los más especiales de los que se han celebrado hasta la fecha.


ET23 dio comienzo el pasado viernes 2 de junio en Barcelona. En el puerto de Marina Vela, situado junto al hotel W Barcelona (hotel donde los participantes se alojaron la primera noche de tour), se dieron cita los coches participantes. Durante el día los sixters fueron llegando, quedando sus deportivos expuestos mientras el equipo de Apex rotulaba los coches con el kit oficial de adhesivos del evento. Al llegar los participantes eran invitados a pasar al village donde podrían encontrarse con el resto de sixters y donde se serviría una comida y bebidas hasta avanzada la tarde. Una vez allí se irían acreditando al evento y recibiendo el completo welcome pack que incluye varias prendas de ropa tematizadas, acreditación, roadbook impreso y otros regalos.




Después de comer los sixters pudieron realizar el check-in en el Hotel W y prepararse para la primera cena de este tour, la Driver’s Ceremony.



Por la noche los Sixters fueron citados en la recepción del hotel para desplazarse en transfer al centro de la ciudad, donde se celebraría esta primera cena del viaje que es una bienvenida a los nuevos y un homenaje a los veteranos de Europe Tour. Al llegar a “Casa Convalescencia” un aperitivo precedió a la cena que se serviría en el Aula Magna de este símbolo del modernismo en Barcelona. Durante la cena la organización dio la bienvenida a todos los participantes y explicó el funcionamiento del evento, dando a conocer todas las herramientas de las que dispondrían los sixters para mantenerse informados y comunicados durante el evento. Aquí se presentó al equipo de staff que les acompañaría durante el evento y llegó el momento más simbólico de la noche, en el que se entregan las chaquetas de Legend a los sixters que cumplen 6 (six) ediciones participando en ET. Una gran noche para empezar este ET23 y en la que al acabar los sixters se retiraron a descansar para coger fuerzas para la intensa semana que les esperaba.



La salida oficial de ET23 estaba prevista para las 10.30h, por lo que desde las 9.00h el equipo de transporte de maletas estaba disponible en la recepción del hotel W para recepcionar el equipaje que llevarían de hotel en hotel durante toda la semana. Puntualmente los sixters arrancaron los motores de sus deportivos a la hora prevista compartiendo con todos los aficionados que se acercaron a ver la salida de los coches este momento tan especial.



La primera ruta llevó a los sixters desde Barcelona hasta Camprodón a través de un par de puertos que sirvieron de calentamiento para la semana de conducción que les esperaba. Los primeros km rodando en grupo siempre son especiales y los agrupamientos un espectáculo. Llegando al “Hotel Puig Francó” (donde se serviría la primera comida del viaje) una fuerte tormenta sorprendió a los sixters. Después de comer, con mejor tiempo los sixters pusieron rumbo a Francia a través del “Col d’Ares”.



Al llegar a la autopista que llevó a los participantes hasta el “Hotel Coquillade” ubicado en la Provenza, surgió el primer imprevisto. Un camión en llamas provocó que la autopista quedara cortada durante horas cogiendo por sorpresa a los sixters que iban más avanzados. Gracias a los sistemas de comunicación que la organización puso desde el primer día a disposición de los participantes muchos fueron advertidos de esto y pudieron avanzar sin problema por carretera secundaria. De esta forma los sixters fueron llegando al hotel escalonadamente hasta avanzada la noche.



El segundo día de conducción y tercero de tour llevó a los sixters hasta Mónaco a través de una sorprendente y espectacular ruta que no abandonó en ningún momento los tramos por carretera secundaria. Los puertos y sus bonitos paisajes llevaron a los sixters hasta el “Col de Turini” donde se realizó una parada en el mítico “Hotel Trois Vallees”, para tomar algo antes de llegar a Mónaco. En el “Hotel Montecarlo Bay”, hotel donde se alojaron en el principado, dispusieron de la tarde libre de relax después de las dos primeras e intensas jornadas de conducción. La guinda a esta jornada la puso la cena en “Twiga”, una cena que se convirtió en una gran fiesta.



Sorprendentemente esta nueva jornada ya era la 4ª del viaje, una jornada que comenzó pronto pues a todos les esperaba uno de los días más intensos de conducción que les llevaría hasta los Alpes ascendiendo puertos tan míticos como La Bonette, Vars, Lautaret o Galibier. El ascenso a la Bonette tras remontar el río Vars desde Niza fue un momentazo en ruta que marcó el comienzo de las etapas alpinas que esperaban a los sixters los próximos días. Una parada en el pueblo de Jausiers para degustar productos de la zona permitió recuperar fuerzas antes de poner rumbo al puerto de Lautaret donde se programó una nueva parada para comer, justo antes de afrontar el Galibier.



Tras ascender el “Galibier” tocaba dirigirse al lago de Annecy para instalarse por una noche en el “Hotel Palace Menthon”, un hotel reservado en exclusiva para los participantes. Los coches expuestos en el palacio de Menthon, con las vistas del lago de fondo, los sixters disfrutando de momentos de descanso junto al lago y bañándose en él… hicieron de esa tarde otro momento inolvidable de este viaje. Una agradable cena en la sala panorámica del palacio marcó el final de esta épica jornada.




En la 5ª jornada de tour y 4ª de conducción, los sixters se trasladaron desde Francia a Suiza, donde se instalarían 2 noches en la estación de esquí de Verbier. La jornada empezó ascendiendo los puertos de Aravís y La Colombiere que llevaron a los participantes hasta Chamonix, la población ubicada a los pies del Mont Blanc. En Chamonix los sixters aparcaron por un rato sus coches para coger el tren de Montevers que les llevó hasta un refugio con increíbles vistas donde se servió la comida. Al acabar tocaba poner a prueba el físico de todos, pues para llegar a la cueva de hielo perforada en el glaciar Mer de Glace tocaba coger un teleférico y descender los más de 500 escalones que luego habría que subir. El esfuerzo merecía la pena pudiendo ser también testigos del cambio climático viendo como en pocos años el glaciar ha ido retrocediendo de forma vertiginosa.



Llegó el momento de coger el tren de vuelta a Chamonix y poner rumbo a Verbier a través del Col de la Forclaz. Desde Martigny tocaba ascender a Verbier por una carretera que los sixters recorrerían varias veces en los próximos días. Al llegar a Verbier los participantes se instalaron en el espectacular hotel W, hotel en el que dormirían las siguientes dos noches permitiendo así un pequeño descanso en lo que a cambio de hotel diario se refiere, algo muy solicitado por los participantes y que la organización intenta ofrecer en las rutas que se prolongan varios días.





Pero la jornada de conducción no había terminado al llegar a Verbier. Esa tarde-noche a los sixters les esperaba la ruta nocturna o bautizada por los participantes como “ruta del albornoz”. El objetivo era el de ascender el puerto del Gran San Bernard, en la frontera de Italia con Suiza. Para esta ruta los participantes estaban citados en recepción a las 20.00h, todos vestidos con el albornoz del hotel que pudieron personalizar con la chapa de 6to6 que se l


es entregó. Desde Verbier se puso rumbo al Gran San Bernardo, cruzando a Italia por el túnel de casi 6km de longitud y agrupando a todos los sixters antes de ascender el puerto por su lado italiano.


El lado italiano de este puerto al anochecer es puro disfrute para la conducción, con un asfalto perfecto, sin tráfico y unas vistas increíbles, sin duda el mejor escenario para la ruta nocturna de este ET23.


Al llegar a lo alto del puerto estaba prevista una cena en el Hotel Albergo Italia. Cena, foto de grupo en albornoz y vuelta a Verbier descendiendo con cuidado el puerto por el lado suizo, con una carretera en peor estado que la del italiano.


Llegó una de las jornadas de conducción más esperadas de este ET23 y que a su vez era la última etapa alpina del viaje. La ruta recorrería 4 de los puertos más espectaculares de Suiza y ofrecería imágenes y momentos para recordad siempre. Los sixters tenían claro que en Suiza no se andan con tonterías y el hecho de circular todos relajadamente permitió al grupo mantenerse muy unido y disfrutando de la espectacular caravana de 60 deportivos recorriendo los paisajes más increíbles de Suiza. El primer puerto de la jornada fue el Paso Nefenen, tal vez el puerto menos conocido, pero no por ello menos espectacular. Al descender este puerto estaba prevista una parada de “avituallamiento” que permitió a los sixters hidratarse y comer algo después de casi 3h de ruta y también agruparse para ascender juntos la carretera más escénica de la jornada, la Tremola en el Paso San Gottardo.



Tras esta parada al pie de los pasos Nefenen y San Gottardo los coches se pusieron en marcha y juntos llegaron hasta la adoquinada carretera de la Tremola. Lentamente fueron subiendo y las curvas de 180º con un vertiginoso ascenso ofrecía una vista inolvidable de toda la caravana de coches, pues esta carretera sin guardarraíles y con balcones panorámicos en cada curva ofrece una panorámica completa de gran parte del trazado. Tras una parada para tomar fotos los coches coronaron el Paso San Gottardo de de 2019 para luego descenderlo para poner rumbo al Paso Furka.




En la bajada de San Gottardo y el ascenso al Furka el grupo se separó un poco pero se pudo hacer una nueva parada de agrupamiento en lo alto del Furka para afrontar de nuevo juntos otro de los momentos más esperados de la jornada y del tour, circular por la mítica curva del Hotel Belvedere. El equipo media se situó en este punto asegurando fotos y vídeos de recuerdo para todos los participantes.

Una vez habiendo descendido el Paso Furka sólo quedaba ascender el Paso Grimsel, en lo alto del cual se organizó la parada para comer. Muchos alargaron la parada en Hotel Grimsel situado junto a un espectacular lago todavía helado en gran parte, tomando un café en su panorámica terraza. Desde Paso Grimsel los sixters se dirigieron de nuevo a Verbier, donde les esperaba una tarde/noche de relax en el Spa del hotel seguida de una agradable cena.


Séptimo día de tour e inicio de la segunda etapa de este ET. El miércoles, 6º día de tour marcó el final de las etapas de conducción alpina y en este séptimo día comenzó la etapa que llevaría a los sixters a cumplir el objetivo de este viaje, rodar en el circuito de las 24h de Le Mans. Para ello les esperaba un día de conexión entre Verbier y Versailles, un día bastante libre en el que cada cual elegía cuando se ponía en marcha y dónde paraba a comer. El recorrido resultó tener una primera parte igualmente atractiva recorriendo agradables carreteras secundarias. A este tramo le siguieron algunos cientos de kilómetros por autovía.




Algunos equipos como el de “los aparatos”, claros candidatos al premio de mejor personalización con 4 coches rotulados a conjunto con un diseño de Apex, optaron por hacer una divertida parada en McAuto. En la cola para recoger la comida se juntaron máquinas del nivel de un Ferrari 488 Pista y Speciale, Lamborghini Huracan Performante y Sto, R8 V10… todo un espectáculo!


Avanzada la tarde los sixters fueron llegando al Hotel Waldorf Astoria de Versailles, donde se alojaron esa noche y donde se celebraría la cena de gala by IWC en una sala muy especial.


La cena de gala acostumbra a ser la cena de clausura del Europe Tour, pero en este caso la organización decidió adelantarla a la penúltima noche para aprovechar el entorno palaciego que ofrecía Versailles y permitir vivir en París una noche más festiva en un local de moda de la capital francesa.




La cena de gala by IWC empezó con un aperitivo en la terraza que da a los jardines del Waldorf Astoria, donde el equipo de IWC pudo mostrar una amplia gama de relojes de su colección y donde un relojero mostraba cómo se monta a mano un movimiento de la manufactura relojera de Schaffhausen. Tras el aperitivo los sixters accedieron a la sala donde se serviría la cena y se harían entrega de los ya clásicos premios de cada ET. Esta sala no era una sala cualquiera sino la sala donde se firmó el tratado de paz de Versailles. Al sentarse en cada sitio los participantes encontraban el premio de Finisher del evento y ya avanzada la cena se desvelaron los premiados como: mejor rookie del tour, sixter del año, carácter sixter y mejor personalización. Los premios de rookie del año entregados a un equipo formado por padre e hijo y el de sixter del año para una pareja que participó a bordo del flamante AMG GT Black series, resultaron muy emotivos por lo que significaba para ellos no sólo el premio sino haber superado juntos una semana tan intensa como ésta. El premio a carácter sixter y mejor personalización marcó el final de esta emotiva cena que precedía al momento más importante del viaje, la visita a las 24h de Le Mans.




Último días de tour y la organización optó por adelantar 1 hora la salida hacia Le Mans para asegurar que todos los participantes llegaban con tiempo para prepararse para la actividad estrella de este viaje. Al llegar al Le Mans los coches eran dirigidos hasta un parking reservado donde dispondrían de tiempo para prepararse y esperar la llegada de los 3 Safety Car que guiarían al grupo dividido en 3 grupos a través del trazado de las 24h de Le Mans. Con un pequeño retraso llegaron los 3 Porsche 992 turbo S que guiaron a los sixters hasta la zona de acceso al circuito. Los 3 grupos fueron saliendo a pista y el equipo media de 6to6 se encargó de dejar constancia de ello grabando y fotografiando todos los coches a bordo del media car, el imponente AMG GT 4door e performance con sus 843cv de potencia.





Sin duda fue un momento inolvidable que ya es parte importante de la historia de 6to6. Pero la visita a Le Mans no acabó aquí. Tras aparcar de nuevo los coches los sixters se dirigieron en transfers privados a la zona village donde disponían en exclusiva de un Hospitality donde podrían picar y beber algo durante las horas que estuvieran en Le Mans. El Hospitality ubicado justo frente a la carpa de las subastas de Sotheby’s provocó que algunos sixters no pudieran resistirse a vivir en directo algunas de las subastas. Todos los participantes tuvieron la oportunidad de caminar por el trazado de la carrera, recorrer el Pit-Lane y ver los coches que correrían al día siguiente desde muy cerca así como pasear por el paddock del circuito. La foto de grupo en la recta de meta será nuevamente un recuerdo que nunca olvidarán.



De vuelta a los coches ya sólo quedaba llevarlos a la campa donde se cargarían en los camiones que los llevarían de vuelta a España y desde ahí trasladarse en transfer al centro de París. El hotel elegido para la última noche fue el espectacular Hotel Lutetia, donde los sixters pudieron descansar y prepararse para la noche de fiesta final que les esperaba.



Los sixters se trasladaron a Boeuf sur le Toit, donde disponían del Music Hall de este conocido restaurante/show reservado en exclusiva. La cena fue amenizada con música en directo y culminó con un gran brindis de champagne y una posterior fiesta que se prolongó hasta la madrugada. Sin duda el mejor final para un tour muy especial.


ET23 es ya historia de 6to6 motor, un gran tour que ha tenido una magia muy especial gracias al espectacular grupo que ha participado en él. Muchos de los que participan en ET coinciden en decir que “vinimos por los coches y nos quedamos por la gente” demostrando que ET y 6to6 en general es mucho más que motor, es una experiencia inolvidable donde la convivencia se convierte en el ingrediente más importante.


Queremos dejar también un agradecimiento muy especial a nuestros Sponsors y Colaboradores que este año han tenido mucha importancia en el tour. Mercedes-AMG con todo el apoyo de la temporada pero también con la flota de Staff que ha sido una de las sensaciones del tour. Michelin con su presencia espectacular en LeMans y el rendimiento en carretera de sus neumáticos. IWC que con su Gala final subió el listón de la elegancia en este ET23. Y por último a Apex que ha lúcido como nunca con las rotulaciones estandar pero sobretodo con el Team Aparatos y su diseño, Singular Properties que nos han acompañado un año más, Autotaller Dani como ángel de la guarda de todos los sixters en ruta y Marina Vela por su colaboración para recuperar la tradición de salir desde Barcelona con todas las facilidades.

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